martes, 4 de junio de 2013

Capítulo 11. "La cueva."

Como estaba previsto subimos hasta el pico del huy many. Allí hacía un frío terrible. Buscamos la entrada a la cueva, se suponia que debería de estar en el suelo, pero por allí no había nada:
-Bien, todo este paseo para nada.-Dije de mala leche.
-Tiene que estar por aquí, déjame que le pregunte al suelo.-Dijo Tania.
-¿Habla con el suelo?-Preguntó Richard.
-Si hijo, si.-Respondí desesperada.
-Vale, la entrada está bloqueada por un conjuro de magia negra, ¿ahora qué?
-No lo se, pero aquí me estoy helando.-Dijo Luna.
-Ni que fueras la única.-Le contestó Susan de muy mala gana.
-No hemos venido a discutir. Hemos venido a rescatar a Evelin, y eso haremos, asique ya estáis tardando en pensar en qué hacer para entrar  a la cueva.
Se hizo un silencio y finalmente Richard dijo:
-Katie, tú con el colgante podías entrar, ¿verdad?
-Si, pero solo temporalmente.
-Ya pero, lo importante es que ese colgante puede traspasar las fuerzas oscuras, quizá podamos usarlo como una especie de llave.
-¿Cómo?
-Abrir un agujero en la tierra, ¡eso hay que hacer!-Dijo Jeremy.-Y precisamente yo estudié ese hechizo, apartáos.-Jeremy puso sus manos en el suelo y a continuación pronunció unas palabras.
El suelo dio una terrible sacudida y Jeremy salto por los aires.
-¡Jeremy!¿Estás bien?, te hemos dicho que está bloqueado por un conjuro de magia negra.
-Se me había olvidado.-Dijo tocándose la cabeza con un gesto de dolor.
-No me has hecho caso, yo he propuesto que lo hicieses con el colgante.
-¿Y que se supone que hay que hacer con el colgante listillo?
-Prueva a ponerlo en el suelo y tocar el colgante en vez del suelo. Eso debería hacer como de escudo si mis cálculos no fallan.-Jeremy volvió a repetir el conjuro, pero está vez como Richard le había explicado.
unas escaleras empezaron ha abrirse en el suelo, dejando al descubierto un túnel del que salían humos blancos y rojos que desprendían un calor, poco común para estar en la cima de una montaña.
Bajamos por las escaleras. Yo no me solté de la mano de Jeremy, ya que ese sitio era espeluznante. El túnel desembocaba en una amplia galería con tres sectores. Decidimos dividirnos en tres parejas, cada una iría por un sector. Jeremy y yo escogimos el del medio.
Avanzamos por el sector, era tan oscuro como en mi sueño, deberíamos de haber traido una linterna, me lamenté.
-¿No estudiaste ningún conjuro para iluminar cosas?-Le pregunté a Jeremy.
-No,¿y tú?
-Solo uno de atraer luciérnagas, y otro de lanzar bolas de fuego... Nada más que pueda alumbrar.
-¿Crees que podrías retener una bola de fuego?
-No lo se. Voy a intentarlo. Um calor sientose en ma man.-(Que el calor se sienta en mi mano).
Se encendió en mi mano una bola de fuego que alumbraba un poco la cueva. Estaba llena de estalagtitas y estalagmitas. También había columnas a los lados. El sector no era muy amplio, yo iba delante de Jeremy, alumbrando el camino que parecía no terminar nunca. Una conocida voz se metio en mi cabeza. "Katie, hemos llegado a una galeria con celdas y una escalera que baja, vamos a bajar, te mantendré informada sobre lo que veamos".
-Luna y Tania han llegado a una galería con celdas y una escalera.-Expliqué.-Ahora están bajando por ella, ¿qué hacemos vamos?
-Como quieras, esté túnel parece no terminar nunca.
-Pues vamos entonces, pero antes, teletransportanos hasta donde Richard y Susan a ver que tal les va a ellos.
-Está bien, agárrate a mí.
Nos reunimos con Richard y Susan, el túnel donde ellos estaban estaba repleto de antorchas y esqueletos en las paredes. Yo tropecé con uno y me llevé un susto terrible.
-Bonitas vistas...-Dije con ironía.
-Ya, y lo peor es que no se terminan nunca.-Dijo Susan.
-Lo mismo pasaba en nuestro sector. Por eso hemos venido a buscaros, Luna y Tania han encontrado algo, agarraos a Jeremy, os llevaremos.
Llegamos dónde Tania y Luna, aquel sector también era oscuro, pero con mis bolas de fuego y una antorcha que Richard cogió no tardamos en iluminarlo.
Era una escalera de una pared, al otro lado había un vacio, asique procuramos ir bien pegados a la pared para no caernos.
-Que alegría veros chicos, este sitio da un miedo...-Dijo Luna, y Tania hizo un gesto de burla sin que la viera.
-Ahí abajo termina la escalera.-Tania señalo al vacio.-Es muy onda... -Hizo un gesto de agovio.
-Y ¿por qué no volamos hasta ahí abajo? llegaremos antes.-Sugerí.
-Está bien, yo iré corriendo.
Llegamos al final de la escalera a la par que Richard. Nada más pisar el suelo sentí algo, ese era el sitio de mi sueño, ahora estaba segura, no se por qué lo hice, pero eche a correr, y Jeremy me persiguió hasta perderme de vista.
-¡Evelin!, ¿dónde estás?-Grité.
-¡Aquí Katie!.-Tal y cómo en mi sueño una luz se iluminó al final del túnel, y mi amiga estaba dentro de una celda, atada con cadenas. -¡Evelin!-Grité llorando agarrada a los barrotes de la cueva.
-Por fin estás aquí Katie. Sácame de aquí, deprisa.
-Está bien, esperá. ¿Cómo lo hago?
-Tu padre te dió un colgante, ¿verdad?
-Si.
-Utilizalo, ponlo delante de la celda y di "abre celdus."
-Está bien... espérate, lo tiene Jeremy, ahí viene.
-Katie, por fin. No te encontrábamos, no vuelvas a salir corriendo así nunca más.-Jeremy miró a Evelin.-Por cierto, hola.-Esbozó una sonrisa.
-Hola...-Dijo ella sin muchas ganas de hacer amigos.-Rápido Katie, el colgante, ábreme.
-Sí. Jeremy te lo di a tí verdad.
-Sí, aquí está.-Me dió el colgante.
Pronuncié las palabras y abrí la celda, después desencadenamos a Evelin, pero justo cuando fui a darle un abrazo ella estalló en carcajadas y dijo:
-Katie, Katie... Has sido siempre tan tonta...
-¿Qué?
-No te das cuenta de nada, ¿verdad?
-Pobrecilla... Ni siquiera cuando empecé a pasar de tí me dejaste en paz. Tonta, tonta, fiarse de una demonia. ¡Ja!, y ¿qué hay de tu amiga Susan?, otra ingenua, un demonio nunca se podría enamorar de un ángel, somos demasiado distintos, ¡¿verdad, cariño?!-Una oleada de aire se frenó ante Jeremy y yo, era Richard.
-¿Decías mi vida?
-Richard...-Susurré con los ojos como platos.
-¿Dónde están Susan y Tania?, asquerosa savandija.-Gritó Jeremy enfadado.
-Tranquilo Jeremy, están conmigo, muy bien acompañadas, por una "buena amiga", ¿verdad chicas?
Luna apareció con Susan y Tania atadas la una a la otra y con la cabeza tapada con una bolsa. Estaban inmoviles y no hablaban, Luna dio un chasquido de dedos y las transportó por los aires hasta nuestro lado, luego las dejó caer.
-Tú...-Dije con rabia.-Tania tenía razón, no debía confiar en tí, pero, tú...¿por qué?
-Katie, Katie... Empezaremos por el principio, no quiero que mueras sin entender nada. Seria una pena, me has ayudado mucho.

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